sábado, 6 de abril de 2013

Plantaciones de Te en la antigua Ceylon

Hoy nos hemos levantado temprano como siempre, pero las circunstancias nos retenían unas horas mas en Kandy. Ayer por la tarde estuvimos en el main Market. Un edificio que aglutina comercios de especias, ropa, fruta y genero de lo mas diverso. Myriam necesitaba comprarse unos pantalones de esos largos tipo aladín que tan buena función hacen en estos países en los que es necesario entrar en varios templos con la carne bien cubierta. El sitio en el que finalmente encontramos sus pantalones me dio la idea de hacerme un delantal para mis cursos de cocina en Londres. Uno con la bandera de Sri lanka cosida en la parte inferior. Así que dicho y hecho y por menos de 9 euros me han hecho a medida el delantal. Con las banderas y todo.  

De paso hemos comprado algunas cosillas mas y mientras me terminaban el delantal hemos desayunado en el mismo Bake House en el que ayer cenamos y nos tomamos las cervezas, salvo que esta vez ha sido en el piso de abajo. El desayuno aquí es algo extraño. Si eres local te ponen unos platos enormes con varias decenas de bollos dulces y salados, pizzas, y demás hojaldres artesanos, te, leche y café. Supongo que pagaras por lo que consumas. Nosotros como turistas, pedimos en la barra de los bollos los que queremos consumir, y los pagamos a precio de idem. De cualquier forma un desayuno espartano mientras escribía el blog de ayer y terminaban de hacerme el delantal nos ha costado menos de 3 euros entre los dos, y os aseguro que no hemos comido en el resto del día hasta la cena de la cantidad de cosas que hemos pedido.

En otro orden de cosas, quería hablaros de los bancos. Aquí cambiar dinero supone una media hora de gestiones. Eso sí, al fresquito del aire acondicionado, pero es tiempo con el que tienes que contar.

Te piden el pasaporte, lo fotocopian, lo vuelven a mirar, escriben el un papel, luego en el ordenador, lo imprimen, te hacen firmar el el papel escrito, luego en el impreso por si te has inventado la firma, luego vuelven con el dinero, lo cuenta, te dicen que uno de lo billetes que les has entregado no les gusta porque tiene un color un poco usado y que si se lo puedes cambiar, y por fin te suelta la panoja en billetes grandes, por lo que tienes que pedirle, casi suplicarle, que te de algunos de ellos en billetes fraccionados. En fin, otro de los pequeños detalles que les falta por pulir para convertir este país en un boom turístico que seguro que vendrá en pocos años.

Lo que si es cierto es que estamos recuperando a rachas la fe en la buena voluntad de los sri lankeses. Me explico. Hoy hemos disfrutado de varios actos de buena fe de gente de la isla sin esperar nada a cambio. Uno de ellos ha sido de un taxista, profesión muy denostada en nuestro país y que suscita suspicacia de por si en el resto. Pues bien, un amable taxista, viendo que eramos turistas nos ha dejado aparcar el coche al lado del mercado en las plazas reservadas para taxis durante 2 horas sin pedirnos dinero a cambio.


Hemos estado charlando, intercambiando distintos comentarios sobre la crisis en España, el reciente titulo de campeón del mundo y europeo de fútbol y otras menudencias como que nosotros conducimos por el otro lado, la corrupción de los políticos y de la familia real española y que mi mujer parece de la india. Básicamente son las conversaciones mas recurrentes por estas tierras y nosotros las aceptamos y comentamos sin ningún tipo de problema. Pues efectivamente no nos ha pedido dinero y por un lado es positivo porque vemos que en el fondo la gente de aquí es muy amable, pero por otro el hecho de que esto nos parezca algo asombroso hace que pensar que el resto del tiempo estamos continuamente pendientes de si nos van a estafar o no.

Y eso es lo que nos ha ocurrido en la plantación de te. Pero eso es unos kilómetros más adelante. Antes tuvimos que salir de Kandy con un trafico increíble en el que la avenida principal de 6 carriles, ocupaban 5 de ellos en una dirección, incluidos 2 de nuestro lado, por lo que en el carril en el que íbamos teníamos que suplicar el paso al resto de marabunta empeñada en entrar en la ciudad.


Después de preguntar a un par de policías, por cierto muy amables y encantados de ayudar a los turistas, hemos dado con la carretera que nos iba a llevar a Nuwara Eliya. Este camino por la carretera desde Kandy a Nuwara Eliya es uno de los mas bonitos que jamás he conducido. La carretera serpentea entre multitud de campos de té, una planta similar a los viñedos y que me hizo recordar tierras de la ribera del duero. A ambos lados de la carretera entre montañas hay pequeños puntitos blancos que recogen el té en bolsas a la espalda de hasta 25 kilos, apoyandolas en la frente y cogiendo los pequeños brotes verdes que servirán para transformalo en el preciado liquido elemento. Dicen que hay una ruta en tren que recorre las tierras entre estas dos localidades y que también merece la pena disfrutar, pero nosotros en este caso no hemos podido llevarla a cabo, si bien la experiencia en coche es tan satisfactoria que seguramente puede compararse a la del tren.

De camino hemos pasado por un hotel en construcción con unas magnificas vistas. No he podido resistirme a hablar con el manager para pedirle permiso para poner el link en mi blog y recomendar su establecimiento. Aun se encuentra en construcción pero estoy seguro de que será uno de los mejores hoteles de la zona. Se llama Tea Bush Ramboda y las habitaciones cuestan desde 80 dolares la noche. Www.teabushramboda.com

Desde la plataforma mirador de este hotel se pueden ver las dos cascadas que corren juntas en la zona de Ramboda, si bien en esta época seca del año que empieza no se encontraban en plenas facultades.

A pocos kilómetros de ahí empiezan las factorías de Te desde la famosa Blue fields hasta la magnifica Macwood tee plantation. Ambas al borde de la carretera y de fácil visita nos decidimos por esta ultima debido a la recomendación de la guía y a que el precio de la taza de té y trozo de pastel con chocolate no superaba el euro para dos personas. La visita a la fabrica es breve. En 15 minutos puedes ver el proceso de fabricación del te desde que lo cortan de la planta hasta que lo meten en enormes sacos con destino a Inglaterra fundamentalmente. 
El paseo por la fabrica y bajar a los campo en los que puedes ver de lejos a las trabajadoras del té es gratuito, si bien es muy posible que no resistas la tentación de comprar un poco de té directamente de la fabrica, aunque según nos dijo la guia, los sacos de té completos salen el dirección a la planta de envasado y posteriormente regresan a la tienda, por lo que técnicamente el té mas fresco a la venta se encuentra junto a la planta de envasado.

Respecto a las visitas guiadas dentro de la fabrica, y volviendo al tema de la sensación de estar a la defensiva para que no te estafen, lo que nos pasó es que la llegar pensamos que el tipo que nos ofrecía en tour por la fabrica de té era un externo que quería cobrarnos por la visita cuando nosotros sabíamos que era gratuita. Hasta dos veces le dijimos que no queríamos sus servicios hasta que nos dimos cuenta de que era un trabajador guía de la empresa del té, solo que no estaba identificado con ninguna tarjeta. Es lo que pasa por estar continuamente pendiente de que alguien de aquí te puede dar el palo.

Aquí llegamos a Nuwara eliya, una ciudad con una pinta estupenda. Un lago, abundantes comercios, casas de alojamientos y sensación de ser el sitio de veraneo de muchos locales buscando la sensación de sentirse como en el lejano occidente. Aquí las casitas victorianas chocan con la tradicional arquitectura pero de alguna manera parecen encajar con los campos de golf y cricket y los yates del lago.

Nosotros sin embargo lo dejamos atrás. En parte porque queríamos acercarnos más a Tissa, nuestro próximo destino, cerca del parque natura del Yala y poder preparar el Safari con un poco más de tiempo, y en parte porque la guía de Lonely planet recomienda pasar y hacer noche en la ciudad de Ella. Después de Varios kilómetros por carreteras infernales que en muchos tramos nos recordaban al programa documental de Discovery channel del mismo nombre en el que aguerridos camioneros intentar llevar mercancía por las carreteras de Nepal y otros puntos de difícil acceso por todo el planeta, después de pasar por carreteras en las que tenias que frenar el coche y apartarte en la cuneta para que pudiera pasar el autobús de linea rozando tu retrovisor, después de todo eso hemos llegado a Ella. 

Y señores de Lonely Planet, no sé si tienen intereses económicos o inmobiliarios en este poblado, pero esto es un agujero inmundo en medio de la nada. Por aquí pasa la carretera para bajar desde nuwara eliya hasta Tissa y el parque nacional de Yala, pero nada mas. La importante neblina nos impidió ver el resto, pero Ella es un cruce de caminos en el que unos oportunistas han construido (y están construyendo mas), varios hoteles, casas de huéspedes y restaurantes al estilo occidental. Nada mas. Es una trampa de turistas. 


Aquí nos hemos encontrado con multitud de rostros pálidos con la misma guia en las manos, comiendo una hamburguesa en alguno de los restaurantes del pueblo, pensando que iban a encontrar un sitio autentico y exclusivo pero con la cara de sentirse engañados al reconocer más turistas blanquitos que en resto de la isla en el resto del viaje, pero en escasos 100 metros.

Nosotros hemos pasado de buscar mucho. Hemos ido a la primera casa de huéspedes y nos hemos metido en la habitación que tenían. 12 euros, con baño en la habitación y esperemos que sin chinches. Los mosquitos se pueden quedar si no cenan dos veces.

Lo gracioso de la habitación es que la cama tiene un cabecero de flores que hace que parezca una cama mortaja, así que da un poco de cosa dormir aquí. Había pensado hacerle una foto a Myriam mientras duerme, para hacer la broma, pero según he visto la foto la he tenido que borrar del miedo que me ha dado.






Lo que sí que ha estado delicioso ha sido el curry que nos hemos cenado en un bar de un chaval local que ha abierto su propio negocio para competir con el monopolio occidental. Es un pequeño bar de paredes blancas que hace esquina y de hecho se llama “different corner”. Básicamente sirve curry con arroz, pero el mejor curry que hemos probado junto con el de Malasia, y según está escrito en las paredes, lo hace siguiendo la receta de su madre, que siempre son las mejores recetas.



En la misma pared los clientes satisfechos de todo el mundo escriben sus comentarios. Nosotros aún no hemos puesto nada, pero quizás desayunemos allí y tengamos ocasión de escribir en español que este tipo es el Ferran Adriá del curry, o algo así.

Mañana temprano pondremos rumbo a Tissa para hacer el safari por el parque natural de Yala.
Y esta noche a dormir con el olor a incienso antimosquitos y rezando para que no nos piquen muchos chinches.

1 comentario:

  1. Yo creo que tienes que cambiar la foto de la habitacion por la que sale Myriam

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