

En estas condiciones
llegamos al recinto, justo en las horas de mayor afluencia, justo
cuando la guia lonely planet desaconseja la ascensión. A las 12 del
mediodía. Y hasta las 3 que terminamos de bajar el ultimo escalón
con las piernas temblorosas y doloridas.
No es tanto como parece.
Nos dijo una turista alemana justo antes de empezar la escalada. Pues
no sé que es lo que ella se imaginaba y que luego se encontró que
era mejor. Yo me imaginaba que iba a ser terrible y así fue. Empecé
contando los escalones, pero a los trescientos y pico perdí la
cuenta. No tenía sentido.
A esas alturas de la
escalada ya habíamos pasado por el tradicional rito de la estafa al
turista en la que pagas por la entrada 100 veces el precio que paga
un turista local. No exagero. Es exactamente eso. Mientras que un Sri
Lankes paga 50 rupias (50 pesetas aprox) por su ticket, cualquier
turista con la piel rosadita paga 5000 pesetas. ¿Os imaginais que en
España cobráramos 100 veces el precio de la entrada al palacio real
a los japoneses? No señor Wong, usted tiene que pagar 1500 euros en
lugar de 15 por tener los ojos rasgados.
No vendría ni un Japonés más. Espero que aquí no pase lo mismo y corrijan esta situación.

No es que no esté de
acuerdo con el precio a pagar de la entrada, que ya de por si me
parece desorbitado, es que sinceramente creo que no es honesto y que
incluso atenta contra el fomento del turismo del país. Salvo que sea
ese su objetivo. Espantar a los turistas. Que no vengan a ver el
País.
Hasta yo mismo estoy pensando seriamente si recomendaría a
algún amigo visitar este país o esperar a que se civilice un poco mas
en este sentido. Pero dejemos esa decisión para mas adelante y
volvamos a la Roca.
Pasada la primera barrera
y entrando en los jardines se puede apreciar la grandiosidad del
bicho que nos espera. Miles de puntitos blancos ascienden por el
lateral. Luego pudimos ver que son niños con el uniforme de colegio
de excursión. De nuevo pudimos charlar con algunos de ellos y con su
profesor en la parte de arriba de la roca y cuando ya nos
despedíamos, algunos de ellos se acercaron a nosotros y nos hicieron
un símbolo en la arena del suelo a nuestros pies y una reverencia.
Según nos explico el profesor es una forma de desearnos buena
suerte, lo que dado el trafico de esta isla, nos viene fenomenal.

Los primeros peldaños son de piedra, empinados pero normales. Pronto la escalera llega a una zona donde una pasarela da acceso al segundo tramo de escaleras. Afortunadamente esa pasarela no está ya abierta al publico supongo que por su peligrosidad. A cambio tienes una subida de escaleras de caracol para acceder a unas pinturas en la roca. Frescos de mujeres desnudas de gran belleza y ejecución que se encuentran al aire libre sin mas protección que un guarda de seguridad y unas telas para cubrirlas del sol. Lo cierto es que han aguantado quince siglos ahí y no deberían desaparecer por la acción de los elementos, pero teniendo en cuenta que el hombre es mas destructivo que la naturaleza, dudo mucho de que quede algo de esto en unos cuantos años.
Por si acaso, tome unas fotitos (sin flash, por supuesto) y
seguimos ruta de nuevo por escaleras de caracol hasta llegar al muro
del espejo. Se decía que este muro era tan brillante que mostraba el
reflejo de las personas, pero realmente era una especie de muro de
grafiteros de la época en la que escribían mensajes. Se han
conservado algunos de los antiguos, si bien la costumbre de hacer
grafitis sobre las paredes ha seguido con los años y muchos de los
nuevos están escritos sobre los antiguos sin importar su antigüedad
o mensaje.
Afortunadamente alguien con sentido común, decidió poner
fin a eso en algún momento y ahora hay una cuerda y unos vigilantes
que impiden mancillarlo de nuevo.
Este paseo al lado del
muro es un momento de refresco que se agradece antes de afrontar lo
que pensábamos que era la ultima subida a la roca. Que equivocados
estábamos. Tras nosecuantos peldaños mas llegamos a una esplanada
donde realmente comienza la escalada final. Entre las garras gigantes
de un leon esculpidas en piedra, y en la boca de lo que antes se
supone que era una cabeza de león gigante excavada en la roca,
comienza el ultimo tramo de peldaños hasta una escalera de metal que
permite acceder a la parte superior de la Roca.


Cuando recuperas el
aliento es cuando puedes empezar a levantar la cabeza y mirar la
grandiosidad de las vistas que tienes desde arriba. Todo el esfuerzo
merece la pena. Ahí es cuando entiendes las palabras de la turista
alemana diciendo que no es tanto el esfuerzo. La subida ha merecido
la pena. En todas las direcciones que mires se extiende una selva
frondosa salpicada de lagos pequeños montes y otras rocas de
parecida dimensión y forma a la que ahora estamos subidos.
Ya de bajada, decidimos
pararnos a comer en un puesto de comida donde comen los locales.
Habíamos aparcado el coche por error en el parking donde llegan las
excursiones de colegios, en lugar del tradicional parking de
turistas. Esto nos permitió disfrutar de los puestos donde compramos
un par de baquetas de batería para Borja pintadas a mano y un té de
una madera que no sabemos cual es por precios irrisorios. También
comimos por 2 euros un par de lunch packs de curry con arroz que
estaban espectaculares.
Fuimos al puesto lleno de cosas de muchos
colores donde los conductores de los autocares compran su comida para
llevar. Y allí nos pusieron nuestro curry con arroz envuelto en un
plástico y cerrado en un papel de periódico. Aparcamos al borde de la
carretera y nos lo comimos con las manos tal como vimos que hacen
aquí. Hasta me he puesto el Sarong para terminar el día de
excursión.
Pero de esto no hay foto
de momento. Quizás mañana. Quien sabe.
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